“Trabajos de mierda”: nuestra reseña del libro de David Graeber

*Por Aloysius Acker

¿Alguna vez has sentido que lo que te ocupa durante el día carece por completo de sentido?, ¿que si tu empleo dejara de existir nada cambiaría a tu alrededor o que hasta sería más beneficioso para tu entorno? Si la respuesta es afirmativa, son grandes las posibilidades de que tú tengas un trabajo de mierda. Y aunque te atribule la idea de ser el único en esta situación, el antropólogo estadounidense David Graeber plantea una alarmante teoría: se trata de una tendencia global que tiene actualmente al 50 o 60% de la población económicamente activa sin un trabajo real del cual sentirse orgulloso.

Fue en 2013 que David Graeber esbozó sus primeros argumentos. Invitado por la recién editada revista radical “Strike!” , escribió un artículo como respuesta a una sospecha: la posibilidad de que nuestra sociedad esté llena de trabajos inútiles. Cientos de personas de diferentes procedencias reaccionaron al ensayo compartiendo sus propias historias. Una asistente social que pone trabas a pensionistas para que su aseguradora retenga dinero, un diseñador de odiosos banners publicitarios digitales que nadie quiere ver y un técnico que traslada los computadores portátiles de militares porque la burocracia les impide hacerlo por cuenta propia fueron solos algunos de los ejemplos de las tareas improductivas con las que las personas se ganan la vida hoy en día.

Graeber procedió entonces a hacer una clasificación de los tipos de trabajos de mierda existentes: los lacayos, aquellos puestos que solo existen para que otra persona se sienta o parezca importante; los esbirros, que destacan por sus rasgos violentos; los parcheadores, que tienen la tortuosa tarea de resolver problemas que no deberían existir; los marcacasillas, esas plazas que se crean para que una empresa pueda afirmar que está haciendo algo que realmente no hace; y finalmente los supervisores, que delegan tareas de mierda a los demás.

Esa división le dio forma a los primeros capítulos del libro. Pero “Trabajos de mierda: una teoría” va más allá de la mera anécdota. David Graeber nos muestra primero una fotografía del momento que vivimos y luego la analiza detenidamente hasta dejarnos con varias preguntas sobre si los conceptos que hemos dado por válidos durante nuestra vida laboral son realmente los correctos.

Graeber nos habla de las raíces teológicas de nuestras actitudes hacia el trabajo (¿por qué se insiste en que nadie debe tener acceso a un medio de vida sin trabajar, aunque no haya nada real que hacer?), por qué entendemos la productividad como la entendemos y desde cuándo hemos aceptado la idea de comprar y vender nuestro tiempo a los demás, comparándolo con una suerte de nuevo feudalismo (el “feudalismo gerencial”, en palabras del autor).

El antropólogo también tiene interesantes hipótesis sobre la ‘mierdificación’ de la economía laboral (cómo han perdido su esencia el periodismo, las universidades o el rubro de la salud) y también sobre la relación inversa entre el valor social del trabajo y la cantidad de dinero que se percibe por él (por qué un profesor de primaria tiene un salario mucho menor que un relacionista público o por qué no se respetan oficios como el de recogedor de basura, cocinero o chófer, cuando es clara su importancia en la comunidad).

Pero así como Graeber es claro en la parte social, cultural y humana, el libro tambalea cuando se va a lo puramente económico. El autor habla del ascenso del rubro de servicios (ante el declive de los otrora líderes del agro y la industria) y del incremento de los puestos administrativos en el mundo empresarial con poca estadística a la mano para sustentar sus cuestionamientos al sistema.

También propone soluciones como la reducción de la jornada laboral a 14 horas semanales y la creación de una renta básica universal para separar el trabajo de la remuneración, sosteniéndose en “el principio de que todo el mundo merece tener como mínimo lo necesario para vivir”.

Eso sí, David Graeber es claro en los objetivos del libro. No pretende que la discusión se centre en cifras ni en las legislaciones que serían necesarias para concretar ese último escenario que ambiciona; lo que plantea es una discusión seria sobre una necesidad real: el derecho de las personas a un empleo significativo. No en vano el libro lleva esta sugerente dedicatoria: “A todo aquel que prefiera estar haciendo algo útil”.

SOBRE EL LIBRO

Título: “Trabajos de mierda: una teoría”
Autor: David Graeber
Editorial: Ariel
Páginas: 432
Precio: 96 soles

*Aloysius Acker es periodista

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