Alberto Rincón Effio: «Estamos dejando de ver lo difícil que es hacer un libro»

La amplia cadena de librerías que ostenta Crisol garantiza que los libros pertenecientes a sus tres sellos (Melquíades, Xilófono y Titanium) tengan un importante grado de exposición, sin embargo, eso no siempre basta. Para ello la empresa ha intensificando el factor calidad en sus publicaciones.

Un claro ejemplo es “Crímenes en Lima”, conjunto de piezas literarias a cargo de reconocidos escritores y periodistas peruanos. El volumen desarrolla hechos violentos que en algún momento conmocionaron a nuestra sociedad, desde el crimen de la cantante folklórica Alicia Delgado, hasta la (sangrienta) disputa del camal de Yerbateros.

En palabras del editor de la publicación, Alberto Rincón Effio, al verse desbordada por hechos violentos que ocurren a diario en distintos extremos de la capital, la prensa escrita parece haber dejado un vacío que la literatura sí capaz de explorar con algo más de profundidad.

En esta pequeña entrevista Rincón Effio nos contará algunos detalles sobre “Crímenes en Lima”, ya a la venta en todas las sedes de Librerías Crisol a nivel nacional.

-¿Cómo fuiste armando un libro tan singular como este?

Con la primera persona con la que conversé fue con Luis Jochamowitz. Me dijo que la propuesta le parecía interesante y además me sugirió tomar un buen espacio de tiempo (de crímenes) para mostrar cómo estos se han ido transformando según los cambios de la ciudad, la cual se ha expandido y desbocado. Los crímenes descritos aquí no ocurren solo en el centro de la capital, sino también en la periferia. A partir de esa charla con Luis empecé a conversar con autores que tenían textos más o menos enfocados en la temática.  

Alberto Rincón Effio, editor del libro «Crímenes en Lima».

-¿Crees que Lima es una capital más violenta que el común de sus pares en Latinoamérica?

Me parece que en Lima se dan muchas facilidades para la violencia. Aquí ser violento es fácil y escaparte de la justicia también. Entonces, si Lima quisiera ser una ciudad más criminal, lo podría ser, rápidamente. Mira la reciente migración de venezolanos. Casi un millón de ellos han emigrado a nuestro país y todo parece habernos explotado en la cara. La policía parece no darse abasto, la ciudad luce tétrica y hasta precaria, con instituciones en crisis, y sin embargo ahí estamos. Imagínate si mañana ocurriera otra migración masiva, la verdad no sé qué pasaría.

-¿Tuviste algún libro como referencia antes de editar “Crímenes en Lima”?

Siempre tuve a la mano “Operación Masacre” y “¿Quién mató a Rosendo?” de Rodolfo Walsh. Él fue un cronista argentino muy potente que retrataba la violencia con cierta belleza. Esos dos libros y esas formas de contar una violencia, y esta persecución en una ciudad a través de criminales muchas veces pagados por el Estado y por la política me dejó ciertas pautas sobre cómo contar la violencia y la muerte con calidad.

-¿Por qué crees que en la prensa convencional (escrita) no hay espacio para textos algo más literarios como estos?

Es que si antes pasaba un evento como estos cada diez meses, hoy es algo muy frecuente. Antes un cronista podía poner el ojo en un hecho violento, reflexionar, proponerse escribir, ser editado y luego recién publicar. Hoy eso es muy difícil. La proliferación de crímenes y violencia no nos da tiempo para pensar en cómo tratar, analizar y contarlos al público lector.

-¿Cómo analizas la situación del mercado editorial peruano y, teniendo en cuenta eso, a qué público va dirigido este libro?

Me parece que el mercado editorial peruano goza de buena salud. Sin embargo, creo que estamos dejando de ver lo difícil que es hacer un libro. Tal vez hoy nos alegramos por la cantidad de gente que entra a una feria pero no por la calidad de los libros que se venden. Y eso puede ser preocupante. Es cierto, siempre es mejor que se vendan más libros, pero a mí me encantaría que este incremento de (cifras) en las ferias conlleve una mayor responsabilidad de las editoriales para publicar libros de calidad, novedosos y que sean capaces de interpelar a los lectores.

-¿A eso apunta el sello Melquíades?

Así es. Melquíades empieza con este libro su tránsito por la crónica y creo que apuntamos a jóvenes periodistas y a estudiantes de Comunicaciones que tienen puesto el ojo sobre hechos de hoy y que no necesariamente piensan que pueden terminar en un libro. Quizás en la literatura hay una forma de reflexión más interesante y a la vez más educativa para nosotros como sociedad.

-¿Se han planteado objetivos como editorial?

Para el próximo año tenemos pensado por lo menos dos libros de este tipo porque me parece que son no solo interesante sino útiles. La literatura tiene el poder de levantar la voz sobre temas como estos. Y creo que normalizar hechos como los que aparecen en este libro es tal vez más grave que la violencia en sí.

-LOS AUTORES

Escriben en este libro Luis Jochamowitz, Gabriela Wiener, María Luisa del Río, Carlos Paredes, Ezio Neyra, Carlos Enrique Freyre, Ricardo León y Dany Salvatierra.

-SEPA MÁS

Si el propósito de Melquíades es ofrecer buenos títulos del género literario, Xilófono busca conquistar a adolescentes y pequeños lectores. Por último, Titanium tiene como foco a los seguidores de la no ficción.

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