Se ha tomado su tiempo Emilio Sánchez Mediavilla (Santander, 1979) para publicar su primer libro, pero vaya que ha valido la pena. El periodista español es ampliamente reconocido en su país por su labor como editor y co-fundador de Libros del K.O, un exitoso sello independiente especializado en textos de crónicas y reportajes.

En esta primera experiencia desde el otro lado, Sánchez Mediavilla decidió escribir sobre Bahréin, el más pequeño de los países del Golfo Pérsico, pero tal vez uno de los más particulares. Esto último queda claro tras la lectura de “Una dacha en el Golfo”, volumen con el que el autor ganó el primer Premio Anagrama de Crónica Sergio González Rodríguez.

La obra relata los dos años que Emilio vivió en esta monarquía caracterizada por su fiereza para aplastar libertades y recortar derechos de gran parte de su población. Paradójicamente, en el Bahréin que describen estas páginas también hay espacio para fastuosos eventos como un Gran Premio de Fórmula 1 o para la visita de estrellas rimbombantes como la socialité estadounidense Kim Kardashian y los cantantes John Legend o Michael Jackson (Q.E.P.D.)

El autor logra — desde la humildad de alguien que primero desea ser aquel valiente reportero que investiga el abuso de un régimen, pero termina valiéndose de Twitter para conocer el caos que lo rodea– acercarnos a una realidad singular en la que “política, sexo y religión” son tres “tabúes” estancados en el tiempo.

Su llegada a Bahréin se dio quizás por el más noble de los motivos: acompañar a la mujer que ama, quien había conseguido un nuevo empleo en una empresa de seguridad. Desde su posición de extranjero, Emilio pudo recoger testimonios de amigos, cercanos y hasta agentes inmobiliarios. Claro, cada uno matizado por un factor presente a lo largo de gran parte del relato: el miedo al poder de una autoridad obsesionada por perseguir al que piensa distinto.

Un detalle no menor del conjunto de pequeñas piezas que agrupa “Una dacha en el Golfo” es que su autor jamás pudo aprender árabe a la perfección. El idioma terminaría siendo una barrera que fue más allá de lo simbólico. Ni academias, ni intentos de charlas con lugareños le facilitaron al periodista español comunicarse como si fuera uno más de sus anfitriones.

El transcurrir de las páginas nos permite además corroborar la doble intención que su autor tuvo al descargar sus recuerdos ni bien retornó a su país de origen: educarnos sobre una nación que, felizmente, tiene más diferencias que similitudes a nuestros países de occidente. Para esto, Sánchez Mediavilla se valió de múltiples descripciones de situaciones y hechos históricos, pero sobre todo de voces que seguramente hasta hoy dan vueltas en su cabeza.

Más allá de la rebelión de La Perla en 2011 (movilización considerada dentro de la Primavera Árabe), Bahréin es mucho más que un imponente monumento venido abajo. Bahréin es suníes y chiíes, extranjeros trabajando en condiciones extremas, exiliados que añoran volver a casa, es decir, un crisol de factores que la convierten en una nación digna de observarla detenidamente.

En ese sentido, “Una dacha en el Golfo” acierta porque nos acerca a una realidad distante que de la mano de un buen cronista puede tornarse cercana, casi íntima y familiar. Así pues, no sería exagerado pensar que estamos frente a un justo merecedor de un premio que lleva el nombre del autor de textos memorables como “Huesos en el desierto”, “El hombre sin cabeza”, “Campo de guerra” y, por supuesto, “Los 44 de Iguala”.

SOBRE EL LIBRO

Título: Una dacha en el Golfo

Autor: Emilio Sánchez Mediavilla

Editorial: Anagrama

A la venta: eBook y desde agosto en Perú distribuido por el sello Océano.