Este miércoles 10 de julio a las 7p.m. en la librería Placeres Compulsivos (Jr. Mariscal José Antonio Sucre 407, Barranco) será presentado «Un festivo ardor«, el nuevo libro de cuentos de Juan Carlos Cortázar que publica el sello independiente Animal de Invierno.
El autor, nacido en Lima en 1964, estudió escritura creativa en la Casa de Letras, Buenos Aires, y en la Universidad Diego Portales, Santiago de Chile. Ha publicado novelas como «Cuando los hijos duermen» (2016), «Como si nos tuvieran miedo (2020) y «Tantos angelitos/Cortarse las manos» (2021), además de los libros de cuentos «Animales peligrosos» (2014), «La embriaguez de Noé» (2016) y «El inmenso desvío» (2018). Algunos de estos títulos han tenido ediciones en México, Chile, España y Argentina.
Sobre «Un festivo ardor«, Animal de Invierno ha compartido la siguiente sumilla oficial:
Si la mirada barroca, según Perlongher, otorga brillo a todo lo que ve y transforma la vida en exceso, los cuentos de Un festivo ardor nos sumergen en una euforia que entrelaza el deseo con el arte, lo sacro con lo profano, la creación con el desvío. Un joven —obsesionado tanto por los ángeles arcabuceros cusqueños como con el anime de Akira— plasma su mundo en dibujos a lápiz; un hombre mayor que aprendió a bordar con las monjas, elabora el último manto para una procesión desfalleciente; un improvisado colectivo trans escenifica una obra colonial desde un punto de vista sorprendente; cuatro Túpacs travestidas escapan de un museo para cuestionar, con su sola presencia, el orden que las arrincona. El espíritu de estos cuentos celebra la hipérbole y el desenfreno, sus líneas recargan las páginas, así como los escultores saturan la fachada de una iglesia colonial, convocándonos a una fiesta hecha escritura: una procesión de imágenes que toma las calles sin temor a revelarse.
Respecto de este nuevo título, la escritora Nataly Villena ha dicho: «Un libro orgánico que, irrigado por el espíritu del arte cusqueño, nos invita a renunciar a la vida eterna y a abrazar el placer de la carne, también a arder en la incandescencia de un Cusco donde vibran pasado y presente».