Marie Arana bien podría permanecer en Estados Unidos, país al que se mudó a los nueve años y en el que se desempeña con éxito como escritora y crítica literaria hace más de una década, sin embargo, prefiere seguir muy vinculada al Perú en lo formal y en lo afectivo.
¿Por qué viajar miles de kilómetros para ofrecer tu historia familiar en un país con bajos índices de lectura y altas cifras de piratería editorial?
Más que un interés económico, Arana parece movida por algo más sentimental. Y quizás la explicación correcta pueda encontrarse tras leer su autobiografía “American Chica”, finalista del National Book Award (2001) y el PEN/Memoir Award, recientemente publicada en Lima por la editorial independiente Animal de Invierno.
Algunos pueden leer estas memorias como el retrato del amor entre los padres de Marie, pero lo cierto es que el texto es mucho más. Estamos ante una descripción delicada y cautivante de la infancia de una niña que debió crecer entre dos mundos tan complejos como distintos.
Marie Arana, actual consultora de asuntos hemiféricos de la Biblioteca del Congreso estadounidense y crítica literaria en medios como “The Washington Post” y “The New York Times”, conversó con “El Comercio” sobre “American Chica”, su autobiografía.
-Usted tiene una importante trayectoria en Estados Unidos, como escritora, investigadora y crítica literaria. ¿Por qué volver al Perú, siendo este un mercado tan pequeño en cuanto a libros?
Para mí es sumamente importante la difusión de mis libros en el Perú. Primero porque soy muy peruana, me siento así. Y mi papá nació aquí también. Así que publicar en este país es una meta que siempre tuve. Por fortuna he publicado ya con Animal de Invierno dos de mis libros y me dicen que les interesa publicar los próximos también. Y eso me alegra mucho. Aunque lamento que mi padre no esté vivo ahora mismo para ser testigo de esto.
-“American Chica” es, completamente, no ficción. Usted ha presentado una autobiografía en un país poco acostumbrado a leer dicho género…
Sí. Estamos ante mis memorias. No es algo que suela hacerse mucho en el Perú, a diferencia de lo que pasa en Estados Unidos. ¿Por qué no se publica muchas memorias en este país? Creo que por la cultura del secreto, de los secretos de familia, que no comparten mucho los peruanos. Por esta razón no sé muy bien lo que sentirá mi familia al leer el libro, pues estoy cruzando una frontera muy delicada.
-Quizás en Estados Unidos pueda ser más curioso a primera vista la historia de un inmigrante que tuvo éxito allí. Pero, quisiera hacerle la pregunta inversa. ¿Por qué a un peruano le tendría que interesar la historia de otro compatriota que vive tan lejos?
Esta es la historia de una vida bicultural. “American Chica” busca explicar las grietas que te deja tener dos vidas. En Estados Unidos siempre me sentía peruana, no sé, como que no encajaba. Mientras que en el Perú me pasaba lo mismo, me sentía diferente. Esa sensación de tener ‘dos cabezas’, tal vez sentirte algo charlatán en una cultura y no en otra. Creo que esa confusión se debe explicar, porque probablemente muchos la viven pero pocos se animan a escribirlo.
-Sería un error grande pensar que esta es solo su historia. Es también la de su familia, desde su padre peruano hasta su madre estadounidense, la forma cómo se enamoraron…
Así es. Es la historia del matrimonio de mis padres. Es un relato íntimo. El pasado de mi madre, que fue muy complicado. Son una serie de secretos que queríamos olvidar de la historia de mi familia en el siglo XIX. Por eso fue complicado escribir este libro y supongo que para mi familia lo será leerlo.
-¿En qué momento se percató de esta disyuntiva de tener ‘dos cabezas’ y sentir que no encajaba?
Me metí completamente en la vida norteamericana. Cuando llegué ahí traté de ser una norteamericana, con mi educación y mi carrera. Luego llegué a un punto de mi vida, casi a los 30 años, en el que sentí que debía buscar la niña que dejé en el Perú. Y por eso empecé a trabajar algo ese tema. Yo siempre había estado inmersa en la literatura universal, pero decidí buscar las raíces peruanas, leer y estudiar para saber bien quién era yo. Así que todo fue como una aventura. Hoy me siento una persona de dos lados. Descubrí el Perú a los 30 años, había perdido mucho tiempo en saber quién era la peruana que estaba dentro de mí.
-Y lo descubrió a través de las lecturas, como por ejemplo de la poeta Blanca Varela…
Sí, de ella y de muchos más. Aunque mi carrera no era relacionada a la literatura latinoamericana, sino más bien a la rusa, inglesa o norteamericana. Así que esto fue más bien un interés personal.
-Y regresa periódicamente al Perú. Hay videos de YouTube en los que aparece en La Rinconada junto a una niña que luego viaja con usted a Estados Unidos. ¿Qué motiva este tipo de decisiones?
Es cierto, vengo dos veces al año, en invierno y en verano. Suelo escribir sobre el Perú y Latinoamérica. He publicado en Estados Unidos un libro sobre Simón Bolívar (“Bolivar: American Liberator”). Para mí esto, sin embargo, esto es una nueva etapa muy distinta.
-¿En algún momento se ha imaginado su vida de forma permanente en Lima?
Actualmente trabajo en el “Washington Post”, también en la Biblioteca del Congreso. Es mi trabajo, si lo dejara no tendría para comer. Regreso anualmente y sí, tengo el sueño de vivir alguna vez en el Perú junto a mi familia.
Teniendo tanto contacto con libros, técnicas y estructuras literarias, ¿es más fácil para un crítico acertar y escribir una buena novela?
No. Estamos hablando de otro ‘sombrero’, otra cabeza. El crítico literario desarrolla un gusto determinado y debe haber leído lo suficiente para juzgar otras obras. Pero eso no te brinda nada al momento de sentarte a escribir. Creo que debes sacarte ese sombrero y ponerte otro al momento de ser escritor.
-¿Es muy difícil que un libro pueda ser reseñado en un periódico estadounidense?
La verdad es que hay pocos lugares que publican reseñas. Y los importantes son “New York Times”, “Washington Post”, “Los Angeles Times”, “Chicago Tribune” y ya, dejas de contar. Las revistas también puedes contarlas con una mano. Es complicado, aunque poco a poco viene cambiando gracias al mundo digital. Hoy las reseñas son muy distintas.
-Finalmente, ¿está contenta con la traducción que Ezio Neyra hizo de “American Chica”?
Sí, estoy satisfecha. Ezio es un magnífico traductor. La última versión de este libro publicada en Estados Unidos fue traducida por Margarita Luna, actual esposa del canciller peruano Ricardo Luna. Pero en Animal de Invierno quise otra versión. Creo que ambas son buenas, quizás algo distintas, pero muy buenas las dos.
SOBRE EL LIBRO
Título: “American Chica”
Editorial: Animal de Invierno
Año: 2016
Traducción: Ezio Neyra
Reconocimientos: Ganador del Books for a Better Life Award y finalista del National Book Award (2001) y el PEN/Memoir Award, entre otros.
Lugares de venta: Todas las librerías de Lima excepto Crisol.
**Entrevista publicada en Luces de «El Comercio» el 18/10/2016.