Comentamos “Lobos solitarios”, el más reciente libro de Fernando Ampuero

Las incursiones de la literatura peruana en el mundo del periodismo son varias pero las mejores quizás solo podamos contarlas con los dedos de ambas manos.

Como gran referente, sin duda, tenemos “Conversación en la Catedral” de Mario Vargas Llosa. En 1996, Jaime Bayly sorprendería con “Los últimos días de La Prensa”. Y más recientemente Jeremías Gamboa haría lo propio con “Contarlo todo”. Luego de esto salvo algunas novelas breves y cuentos sin mayor brío, no hay muchos libros para destacar.

Es por ello que la aparición de “Lobos solitarios”, la más reciente obra del escritor y periodista Fernando Ampuero, reviste una gran importancia. El texto –publicado por Peisa para su serie Del Río Hablador –puede verse más como una novela corta: no pasa las 75 páginas con apenas dos capítulos y párrafos muy concretos.

En “Lobos solitarios”, Ampuero –quien se asume narra el relato—cuenta la historia de dos ex colegas de la revista Caretas: Xavier y Edmundo. Ambos personajes (físicamente contrarios pero esencialmente similares) comparten con el narrador no solo escritorio en la redacción de la referida revista política durante los ochenta, sino también una pasión oculta y mayoritariamente ingrata: la literatura.

“Lobos solitarios” es un relato conmovedor de dos personajes que, como el mismo autor refiere, encajan en el tipo de personas “que nunca tomaste en serio pero que resultan ser más importantes de lo esperado” (Página 42).

Mi intención no es caer en lo spoiler, menos todavía si tenemos en cuenta que la novela es breve y se lee (y disfruta) de un tirón. Solo diré que tanto Edmundo como Xavier son retratados como seres entrañables. Estamos ante dignos representantes de un periodismo que nunca volverá, ese que se valía de máquinas de escribir y que precisaba, en ocasiones, de ciertos mililitros de alcohol para celebrar el cierre de una edición.

“Lobos solitarios” divide casi en partes iguales la historia (periodística y literaria) de dos hombres “muertos y olvidados” (Página 15). No hay grandes referencias a la vida personal-familiar de los protagonistas, y en realidad esto parece innecesario.

Lo sustancial del presente relato está en las particularidades de sus protagonistas, retratados de forma correcta por un Fernando Ampuero virtuoso, que aplica el humor de manera justa, pero que destaca aún más cuando señala las debilidades del ser humano ante sus pasiones, en este caso, las letras.

SOBRE EL LIBRO
Título: “Lobos solitarios”
Sello: Peisa
Precio: S/29
Páginas: 74

*Publicada en El Comercio el 3 de julio de 2017.

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