Varias han sido las publicaciones surgidas luego de la muerte de Pablo Emilio Escobar Gaviria, el poderoso ex líder del cártel de Medellín. Periodistas que siguieron de cerca el halo de violencia que dejó el narcotraficante, policías que intervinieron en su captura y posterior ejecución, una ex amante, algún ex integrante de su legión de sicarios o incluso familiares directos como Juan Pablo Escobar Henao (hoy Sebastián Marroquín Santos), su primogénito.

En esta última línea no ha pasado desapercibida la aparición de “Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar”, primer libro de Victoria Eugenia Henao, viuda del capo colombiano del narco, publicado a finales del año pasado por Editorial Planeta y que podríamos catalogar como un nutrido compendio de recuerdos y anotaciones familiares de parte de una testigo esencial de una de las épocas más violentas no solo en la historia de Colombia sino de toda Latinoamérica.

Más allá de la publicación del “Daily Mail” horas antes del lanzamiento del libro en torno a la gran ‘revelación’ del mismo (el abuso que cometiera Pablo Escobar contra Henao cuando esta aún era su enamorada y tenía catorce años de edad) el texto es mucho más que eso. No es menor el dato en torno a que tiene más de 500 páginas y decenas de fotografías familiares, muchas de las cuales se conservaron inéditas hasta hoy.

Narrado en un estilo similar a los libros que escribió el hijo mayor del capo del narco, “Pablo Escobar, mi padre: Las historias que no deberíamos saber” y “Pablo Escobar In Fraganti: Lo que mi padre nunca me contó”, esta publicación hace un recorrido –a lo largo de 11 capítulos—por los recuerdos más íntimos de Victoria Eugenia Henao, una mujer que desde su sitial de enamorada, novia, esposa y hoy viuda de uno de los hombres más temidos de la historia contemporánea, fue formándose una idea propia sobre lo nocivo que puede llegar a ser el poder para cualquiera de nosotros.

Tal como la descripción del poder está presente en “Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar”, otro factor muy notorio aquí es el amor, si es que así se le puede llamar a la persistencia en quedarse al lado de un hombre que (aunque lo haya evitado, como aseguraba) siempre puso en riesgo la vida de sus seres cercanos. Desde el primer enamoramiento, hasta el fugaz noviazgo, pasando por el perdón a las múltiples y prolongadas ausencias que Pablo Escobar tenía en la ciudad, Víctoria o simplemente ‘Tata’ demuestra siempre un tesón suficiente como para acompañar al padre de sus hijos en las buenas y en las malas.

Costosas casas, obras de arte de famosos pintores o escultores, múltiples automóviles, viajes fuera de Colombia y todo tipo de lujos en general quedan en gran parte manchados por el ilícito origen del dinero de su artífice, temática en la que no se profundiza o reflexiona mucho a lo largo de esta publicación. No estamos en absoluto ante un rosario de disculpas o un conjunto de “mea culpas”. Ese no es el fuerte de “Mi vida y mi cárcel”, sino más bien la capacidad de recordación que la viuda del ‘Patrón’ (reforzada por una investigación que realizó durante meses en Colombia) mantiene aún hoy.

Otro detalle a mencionar en el libro es que no está escrito de forma lineal. Podemos pasar de las circunstancias que rodean la muerte de Pablo Escobar a la historia de sus múltiples amantes, pasando por los sueños políticos que este tuvo en su país natal, para luego volver a cómo se edificó la famosa Hacienda Nápoles. Aunque suene peculiar, este intento de contar una historia fuera de la linealidad habitual de un relato de no ficción puede considerarse un acierto porque brinda un oxígeno a una lectura que ya dijimos no solo es extensa, sino que además compite desde varios puntos de vista con más de una decena de ofertas editoriales con un mismo personaje central.

Para el público algo más joven, habituado a acercarse a personajes estelares de antaño mediante series de transnacionales como Netflix o vía documentales en YouTube (casi todos desautorizados por la familia), vale decir que “Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar” resta peso a personajes como la mamá del capo –perennizada por ejemplo en la telenovela “El Patrón del mal” como una mujer aguerrida y casi obcecada, capaz de ir a recoger a su hijo al mismísimo techo a donde este fue acribillado por las autoridades—y más bien parece inflar a otros como la madre de la propia Victoria Eugenia Henao.

Sin embargo, el principal valor de este compendio de recuerdos sobre la violencia es su capacidad de agrupar las sensaciones y los efectos, pero principalmente las consecuencias que cada decisión tomada por Pablo Escobar Gaviria tuvo y tiene hoy sobre sus seres queridos. Y es que si bien él  pudo escaparle a la posibilidad de ir a una prisión norteamericana (su gran temor) huyendo para terminar siendo acribillado por las autoridades, fue incapaz de evitarles a su esposa, hijos y nietos otra cárcel, no de cemento y fierros, sino más una simbólica pero quizás igual de dolorosa, la de la culpa permanente.

SOBRE EL LIBRO
-Título: “Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar. El testimonio de la esposa del narco más peligroso del mundo”
-Autora: Victoria Eugenia Henao
-Editorial: Planeta
-Precio: S/69
Páginas: 523
-A la venta en: Todas las librerías de Lima y las principales al interior del país.