Óscar Colchado Lucio: “Los escritores de esencia latinoamericana fueron quienes dejaron huella en mí”

Lejos de plantearse en un escenario cercano al retiro, Óscar Colchado Lucio (Huallanca, Áncash, 1947) se queja más bien porque los achaques de su edad le impiden escribir más de lo que le quisiera. “Tengo muchos temas, pero la salud no ayuda”, me dice en esta entrevista.

Al borde de los 72 años, el creador de esa fantástica novela titulada “Rosa Cuchillo” y del emblemático personaje ‘Cholito’, se sienta frente a mí para una breve charla sobre “Seres maravillosos del Ande”, su más reciente libro infantil publicado por la editorial SM.

Por una cuestión de cábala, Óscar Colchado no lleva la cuenta de los libros publicados, pero remarca que siente el mismo cariño por cada uno de ellos. Lo demuestra cuando acepta hablarme largo y tendido sobre cada uno de los protagonistas de sus ficciones.

-Me decía que sintió mucha emoción al recibir el Premio Casa de la Literatura Peruana el año pasado. ¿Cuál otro galardón de los varios que obtuvo en su trayectoria literaria recuerda con especial cariño?

Efectivamente, el Premio Casa de la Literatura fue un reconocimiento muy especial. Yo me inicié en la poesía y luego pasé a los cuentos. Recuerdo mucho la alegría que sentí al enterarme que había ganado (en 1978) el Premio “José María Arguedas” por mi cuento «Del mar a la ciudad». Aquella vez salté de emoción y salí a buscar algún amigo para celebrar la noticia. No había sentido una alegría parecida hasta ese entonces.

-Recuerdo que leí “Rosa Cuchillo” en mi época universitaria. Es una novela sobre la violencia que impactó a cientos de lectores por su forma de retratar la cosmovisión andina. ¿Recuerda alguna anécdota especial sobre el proceso que tuvo su escritura?

Sí. Una tía mía había soñado un pasaje del mundo del más allá, algo que me contó con tanto realismo que me dejó muy impresionado. Así alimentó lo que yo ya venía investigando sobre el tema. Su relato me dio mayor proyección para escribir la novela.

-¿Por qué cree usted que esa novela atravesó la barrera del tiempo y se recuerda hoy, 22 años después de su publicación, con tanta claridad?

La verdad que no lo sé. Supongo que a algunos les resulta novedoso el mundo mágico y sobrenatural que describo ahí, porque la historia paralela tiene que ver con el terrorismo, un tema del que han escrito muchos. Nadie había escrito del mundo sobrenatural desde la óptica andina. Es más, cuando yo empecé a investigar del tema no había muchos antecedentes.

Óscar Colchado Lucio con su libro «Seres maravillosos del Ande», publicado por Editorial SM.

-Hablemos de “Seres maravillosos del Ande”. ¿Tiene algún tipo de esquema distinto al momento de escribir para niños y adolescentes?

No. Recuerda que somos los adultos quienes les contamos a los niños este tipo de historias. Luego estos últimos ponen mayor atención y a veces terminan muy asombrados.

-Hábleme del pishtaco, este personaje bastante recurrente en la tradición oral andina…

El pishtaco como personaje está presente en varias culturas (Ecuador, Bolivia, Perú) pero aparece con otros nombres. Generalmente está asociado a alguien que oprime al pueblo. Hablamos de un personaje blanco o mestizo, que representaba en tiempos antiguos al terrateniente que explotaba a los indígenas haciéndoles trabajar de sol a sol y sin pagarles. En los últimos años, sin embargo, ya se habla también del pishtaco moderno, que de repente le saca los ojos a un niño o le extrae sus demás órganos para luego venderlos.

-¿Qué escritores fueron sus referentes al iniciar su trayectoria literaria?

He tenido varios referentes. José María Arguedas, Ciro Alegría, Carlos Eduardo Zavaleta, y a nivel de Latinoamérica, Augusto Roa Bastos, Alejo Carpentier, Juan Rulfo, entre otros grandes autores que se valen de nuestra tradición andina para escribir ficciones.

-¿Por qué no me ha mencionado autores norteamericanos o europeos?

Sí los he leído, pero no creo que me hayan marcado. He leído novelas de William Faulkner y Ernest Hemingway, pero son los escritores de esencia latinoamericana los que han dejado huella en mí.

-¿No lleva la cuenta del número de libros publicados?

Con toda franqueza, no llevo la cuenta. No sé si será por cábala, pero no suelo contar. Es que algunos libros tienen adaptaciones y terminan dirigidos a un público diferente al que se escribió en un comienzo.

-¿Hasta cuándo piensa seguir escribiendo?

Supongo que hasta que me muera. Tengo tantas cosas para escribir, pero la salud no me ayuda mucho. Esa es la verdad.

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