Fortunata Barrios, el género epistolar y la posibilidad de conversar con uno mismo

Luego de mucho tiempo separadas, Amalia y Vero se reencuentran y deciden iniciar una fluida conversación vía correo electrónico. Este diálogo de ida y vuelta permite que cada una vaya develando no solo ante la otra sino principalmente ante sí misma sus miedos e inseguridades, pero sobre todo su particular forma de asumir la sexualidad, factor considerado fundamental en la sociedad contemporánea.

Así podríamos resumir “Es mi vida”, la más reciente novela de la escritora Fortunata Barrios. Ella regresa a la escritura cuatro años después de publicar “Antes de que el tiempo muera”, última entrega de la trilogía que también conforman “Romina” y “Secretamente tuya”.

Aunque ha insistido en lo erótico para esta cuarta novela, la también guionista de telenovelas no se considera en absoluto una experta en el género. “Siento que en cada libro empiezo de nuevo. Aprendo siempre”, destaca en esta entrevista con “Libros a mí”.

Es mi vida” (libro de formato compacto y con un diseño absolutamente llamativo) abre La Sonrisa Vertical, colección de literatura erótica a cargo de Editorial Planeta. Aquí nuestra entrevista con Fortunata Barrios sobre su obra, ya a la venta en las principales librerías del país.

-Conversamos en 2013 a raíz de tu novela “Secretamente tuya”. ¿Entre aquel libro y tu presente podríamos asumir que te has convertido en casi una experta en literatura erótica?

No. Creo que uno nunca deja de aprender. Incluso a veces dudo en si llamarme escritora o no. Es más, en cada libro siento que empiezo de cero.

-¿Entonces “Es mi vida” fue para ti también para ti como empezar de cero?

Claro. Como en la novela hay dos amigas que se escriben contándose lo que les pasa día a día, casi minuto a minuto, me fue complicado que todo concuerde de una forma en la que se mantenga la fuerza dramática. También me tomó muchísimo tiempo perfilar a ambos personajes antes de arrancar con la escritura en sí de la novela.

-Te decidiste por hacerlas hablar vía correo y no por chat. ¿Por qué?

Pasa que los chats son muy cortos. Lo que te permite un correo o una carta es explayarte, al punto de que pueden surgir de ti cosas que ni siquiera tú mismo sabías. Ahora, estas cartas sí tienen una característica del chat…

Fortunata Barrios hablando sobre su nueva novela.

-Que van y vienen muy rápido…

Exactamente. Ambas se responden al toque. Mira, no quise que la novela sea con chats porque creo que estos no permiten una escritura más profunda, algo que quise cada protagonista haga a su manera.

-¿Es correcto decir que tanto Amalia como Vero están insatisfechas con su matrimonio?

Si, en su matrimonio y en su vida en general. Claro, el tema sexual es un aspecto que en estos casos tiene que ver con todo. Amalia es una mujer que no sabe bien lo que quiere, mientras que Vero quizás luce algo más tontita, sin embargo, cree tener las cosas más claras. Ella cree en la felicidad, en poder encontrarla, y está absolutamente determinada en eso.

-¿Qué lugar crees que ocupa la belleza física en tu historia?

La relación de las mujeres con nuestro cuerpo es bien conflictiva en estas épocas. Esto dado el mandato imperioso de la delgadez suprema, casi raquítica. Y más bien la que es ‘despachada’ odia su cuerpo, porque al ser ‘tetona’ o ‘potona’ y porque los hombres la miran lascivamente, se siente incómoda. Ella (Vero) dice querer operarse, sacarse cosas, porque no le gusta que la miren con arrechura. En el caso de Amalia, ella está mejor consigo misma en cuanto a la forma de su cuerpo, pero lo siente como dormido. No sé, como si no le funcionara al momento de enfrentarse al sexo. No siente deseo ni placer. Eso se ha bloqueado en ella.

-¿Cuál crees que es el peso de los hombres en una novela tan, digamos, femenina como esta? ¿Crees que quedan en segundo plano?

No he pensado mucho en eso, pero sí quizás están en segundo plano, por la simple razón de que son novelas escritas desde la perspectiva de personajes mujeres. No porque me parezca que la sensibilidad femenina es más interesante o más digna de relieve que la masculina. No estoy para nada de acuerdo con eso.

-Una de las protagonistas recuerda un momento íntimo vivido con su mamá, tras una visita al doctor. ¿Crees que hay determinados episodios que nos marcan por el resto de nuestras vidas?

La aparición de recuerdos es una cosa que la literatura epistolar te permite. En el caso de Amalia y Vero esto tiene mucho que ver con sus infancias. Le pasa a Amalia, pero también a Vero. Ella tuvo un beso extraño con su papá que la hace trastabillar pensando que pasó algo raro. Mira, yo creo que todo te marca, de forma mala, buena o neutral. Ya dependerá de cada personaje. Lo que me gustó del momento que tú mencionas es que las madres también pueden ser abusadoras. Es una incursión en el cuerpo ajeno de esta niña, haciéndole sentir cosas que no le correspondían a su edad.

-¿Cómo ves desde el Perú la movida de E.L. James y “50 sombras”, con su respectivo paso al cine y todos los cambios que esto implica?

No leí “50 Sombras de Grey” porque me dijeron que era muy mala. Y me lo dijo alguien con buen gusto literario. Luego vi la película y me pareció malaza. Creo que fue como una moda, aprovechando esto de que el sexo aún es tabú, y agregándole el ingrediente sadomasoquista.

-Aunque recaudó miles de millones de dólares…

Sí, cuando haces cosas así te vuelves millonario.

-¿Qué te dejó la experiencia de escribir el guion de la telenovela “Te volveré a encontrar”?

Para mí fue una experiencia fascinante por muchas razones. Que te paguen por escribir todo el día es algo muy privilegiado. La telenovela, contrario a lo que muchos piensan, no es un género para nada desdeñable, y menos aún fácil de hacer. Sobre todo cuando tienes como jefe de equipo a un tipo como Augusto Cabada, un maestro. Tuve la enorme suerte de trabajar con él y aprendí mucho en el camino.

-¿Qué lees hoy Fortunata?

Me he dedicado a releer cosas. Por ejemplo ahora los cuentos de Julio Ramón Ribeyro. Y me han fascinado como la primera vez.

-Empezaste a leer literatura erótica desde muy joven. ¿Recuerdas un par de títulos que te hayan marcado?

“La filosofía en el tocador” del Marqués de Sade, “Memorias de una Pulga”, fueron libros que me prestó un profesor de filosofía con el que establecí una gran amistad que dura hasta hoy. Yo tendría 18 o 19 años y él me facilitó estos libros que me encantaron.

Fortunata Barrios hablando sobre su novela «Es mi vida».

-¿Sientes que tus estudios en filosofía te ayudaron en algo a entender esta sociedad tan rara?

No, pero sí creo que mis estudios en filosofía han influenciado mi escritura. Si te das cuenta mis personajes se hacen preguntas filosóficas, siempre están preocupados por el sentido de la vida o por si la realidad es tal como la perciben.

-¿Cómo defines tu relación con plataformas que difunden series masivamente como Netflix, Amazon Prime o HBO Go?

Soy absolutamente adicta a las series, incluso desde antes de que se pongan de moda. Desde antes de que aparezca Netflix veía en CD’s series danesas, nórdicas en general. Casi todo mi tiempo libre dedico a ver series, porque creo que hay algunas tan buenas como las grandes películas.

-¿Tienes algún plan luego de esta novela?

Por el momento, no. Me gustaría seguir trabajando en televisión. Probablemente en mi próxima novela me dé el gusto de hacer un diario, que era la otra alternativa que tenía además de esta narración epistolar.

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