Como una corazonada. Así presintió Elise Ann Ellen la elección de Robert Prevost como el nuevo papa el pasado 8 de mayo de 2025. En su pensamiento no solo influía el hecho de ser compatriota del sacerdote de 70 años, sino, además, su experiencia como especialista en la religión católica.
La periodista estadounidense lleva siete años trabajando en Crux, portal que cubre informaciones vinculadas al Vaticano. Antes, colaboró con la Catholic News Agency. En el pasado también fue parte de la Fraternidad Mariana de Reconciliación, comunidad suprimida alguna vez por el Sodalicio de Vida Cristiana, oscuro ente al que Francisco apuntó, al igual que Prevost.
Ann Ellen fue la primera comunicadora en realizarle una extensa entrevista a León XIV. El diálogo demuestra lo bien que llegó a conocerlo incluso antes de ser elegido sucesor del argentino Jorge Mario Bergoglio. La nacida en Denver ha decidido plasmar todo ese conocimiento, que incluye viajes a Chiclayo, Trujillo y el Callao, en el mejor de los libros hasta ahora publicados respecto a la figura del Sumo Pontífice.
En “León XIV. Ciudadano del mundo, misionero del siglo XXI” (Debate), la autora repasa aspectos hasta hoy desconocidos de la infancia de Robert Prevost en Chicago. Sus primeras aficiones, el ambiente cultural donde dio sus primeros pasos, el acercamiento a la vocación de sacerdote, sus primeras asignaciones fuera de EE.UU., la gente que conoció en nuestras tierras, las instituciones que lideró, los enemigos que se granjeó, pero, sobre todo, la forma en cómo se consolidó su convicción y amor al prójimo.
–Este libro demuestra investigación, a pesar de que, seguramente, tuviste muy poco tiempo para hacerlo, porque desde la elección del papa León XIV todo fue muy rápido. Cuéntame un poco el proceso y cuánto te tomó elaborar este texto.
Empecé el proyecto a fines de mayo de 2025 y terminé de escribirlo casi en la primera semana de agosto. Yo había mantenido contacto con Penguin Perú desde febrero pasado, así que este siempre fue un proyecto muy peruano y, claro, siempre en español. Planeé mi viaje al Perú, organicé entrevistas, conocí gente, y todo esto me ayudó a ordenar mis ideas e impresiones. Luego, estuve dos semanas entre Chulucanas, Trujillo, Chiclayo y Lima, con gente que conoce al papa, y que trabajó con él durante años. Al regresar a Roma, tuve que correr y organizar lo recogido. Además de planear mis conversaciones con el papa.
–¿Dirías que esas dos semanas que pasaste en Perú te sirvieron para ver, más o menos, el país en el que pasó tantos años Robert Prevost? ¿Qué encontraste?
Noté un Perú muy emocionado por este papa, y aún más enamorado de su obra social. El Perú que el papa conoció era un país muy necesitado. Llegó en una época muy complicada, a nivel político, económico, cultural y social. Los 80s y 90s fueron años muy difíciles aquí. Así que, rápidamente, Robert definió su perfil, el de un pastor muy cercano a la gente, buscando sus necesidades, involucrándose, al lado de la calle.
–¿Te sorprendió la elección de este nuevo papa o sentías que ese acercamiento que había tenido él con Francisco en los últimos años, de alguna manera lo perfilaba como candidato a sucederlo?
Su elección para mí no fue una sorpresa completamente porque él fue uno de los pocos norteamericanos en el Vaticano y uno siempre piensa en sus compatriotas. Yo ya lo conocía un poquito. Ahora, ¿por qué no fue una sorpresa? Primero, él comparte la mirada, la intuición y el instinto que tenían Francisco. Me refiero a su mirada pastoral, a sus obras sociales, a su enfoque hacia los pobres, es decir, a su agenda social. Por otro lado, León XIV es misionero, que es distinto a un pastor que tiene sus actividades siempre su país o su en su continente. Ser misionero te da una perspectiva distinta. Entonces, aunque compartían instinto y visión, Prevost contaba con un impulso misionero, y experiencia gobernando una entidad global. Por todo esto, era para mí un candidato perfecto. Y felizmente lo eligieron.

–En el libro cuentas detalles de su infancia y yo no sé cuántos papas de niños jugaban a dar misa con sus hermanos. Esto es como si siempre hubiera estado predestinado para su actual puesto…
Sí, pero en nuestra entrevista me decía que quería ser sacerdote, pero también tal vez camionero (risas). Y hacer otra cosa cosas también, ¿no? No obstante, es cierto, Robert desde sus inicios siempre tuvo esa llamada, esa atracción a la iglesia, al sacerdocio, a tal punto de que los que sus prójimos le dijeron más de una vez que sería el primer papa americano.
–Me has dicho que Robert Prevost encontró un Perú en crisis, con muchas necesidades, digamos. Ahora que ha que ha asumido como papa, ¿si tuviéramos que trasladar su presente al espacio geográfico del Vaticano o a la iglesia en general, qué situación encuentra? ¿Esta Iglesia tiene grandes necesidades?
Como superior de su orden, ha visto los desafíos y las crisis de la iglesia, porque no hay solo una. Existen crisis económicas, de finanzas, pero también de vocaciones. También está el tema del secularismo, los abusos sexuales, que en algunos casos son muy grandes. Y en el diálogo que sostuvimos hablamos sobre la existente polarización, que es una cosa que viene aislando al mundo. Me parece que él asumió su nuevo rol siendo muy consciente de todos estos temas, a nivel eclesiástico y también en lo político. Siento, no obstante, que León XIV tiene mucha esperanza y cree en la capacidad de la Iglesia de responder a estas crisis. Es un hombre con una fe profunda.
–Has hablado de crisis, de problemas, sin embargo, con cada nuevo papa se habla de cambios. La esperanza está presente, y no necesariamente desde sectores católicos. No sé, el matrimonio gay, o que las mujeres den misa, etc. ¿Crees tú que uno debe esperar cambios con este nuevo Sumo Pontífice o más bien una continuidad con Francisco?
Va a seguir la línea de Francisco. León no cambiará la doctrina. La ordenación de mujeres al sacerdocio es algo que no ocurrirá. Tampoco cambiará la doctrina respecto al matrimonio gay. Me parece que él mantiene una línea de acoger a las personas, de reconocer su dignidad como hijos de Dios, para decir que tú también eres parte de la Iglesia. Tiene una actitud muy abierta, muy acogedora, y lo que sí quiere cambiar es la actitud de la gente de la iglesia hacia esas personas. Porque la iglesia todavía tiene un problema con su actitud hacia esas personas. Muchos no los aceptan, hay un estigma contra de las personas LGBT, por ejemplo. El papa cree que, paso a paso, debemos cambiar nuestra actitud hacia todas las personas de comunidades como los gays, o con las mujeres, agradecer y apreciar más su contribución a la Iglesia, antes de cambiar las reglas.
–Me hablaste de la crisis por los abusos sexuales, digamos, vinculados a la iglesia. ¿Te sorprendió un poco que cuando se voceaba el nombre de del del nuevo papa, salgan estos supuestos cuestionamientos vinculados a él de, que habría frenado denuncias de este tipo? Esto, que más parece propio de los tiempos de Fake News que vivimos, ¿podría resurgir más adelante?
Mira, él es una persona que siempre tomaba acción sobre los abusos. En el caso Sodalicio y en muchos otros casos en Perú y también como superior de su orden. Tiene mucha experiencia con este tema y pienso que cuando eres una persona que toma acción, siempre vas a crear enemigos, gente que busca venganza contra tus acciones frente a un abusador o una comunidad de abusadores, como lo fue el Sodalicio. Robert tomaba sus acciones, investigaba, y ahí surgió el problema de las alegaciones surgidas desde Chiclayo. Hubo un intento de bloquear su papado, porque lo vieron como candidato fuerte. Pienso que los enemigos pueden atacarte en cualquier momento. Así que sí pueden venir más en el futuro. El papa tomó acciones en varios momentos y en varios casos. Pero además tiene mucho trabajo por delante. Por el ámbito mayor de trabajo que tiene hoy, la posibilidad de hacerse enemigos es mucho más grande.
–Algo que mencionas en tu libro es cuando se dio el indulto a Fujimori, y él dijo que las disculpas debían ser individuales a cada víctima de dicho periodo. Obviamente, la opinión de un obispo en Chiclayo es muy distinta la del papa sobre una guerra en Rusia o Medio Oriente. ¿Crees que Robert es consciente hoy de que sus opiniones pueden trascender globalmente?
Sí, yo pienso que él es bien consciente de esto, que su mensaje ahora tiene otro sentido. Entonces, él ya no va a manejar sus propias cuentas en redes sociales. Su perfil en X ya no lo usa. Ahora, la cuenta del papa expresa la voz de un líder global, y León XIV entiende que el mensaje de la Iglesia no es el de Robert Prevost. Entonces, sus mensajes son mucho más pensados y enfocados más allá de un contexto. Como me ha dicho varias veces en la entrevista que le realicé, ‘no responderá a las situaciones concretas en un país’. Así que él no se meterá en la política de EE.UU. o Perú. Ese no es el papel del papa. El rol del papa es hablarle a todo el mundo.

–Me hablaste de los problemas de la Iglesia y citaste la crisis de vocaciones, pero, también hay otras dificultades, como la poca concurrencia a los templos. Llevas más de siete años trabajando en Crux, diario online especializado en la religión católica. ¿Cómo dirías que es la salud de la Iglesia Católica en general?
Es una iglesia que, efectivamente, tiene sus desafíos. Y es verdad que hay el secularismo que viene combatiendo. Algunos pierden la fe y no quieren ir a misa, pero eso depende también de los lugares, porque en el oeste los números son siempre menos, o quienes asisten a las misas son gente de mucha mayor edad. No obstante, en África, Asia, pero sobre todo en el sur del mundo, en América Latina, la iglesia viene creciendo mucho. Así que hay una onda de esperanza innegable. Pienso que estamos viviendo el cambio de una época. Y no es poca cosa que hayamos tenido dos papas del sur uno tras otro. Un argentino y otro formado en América Latina. Creo que la Iglesia está mirando al sur, y esa es la Iglesia que León XIV tiene a su cargo. Siento mucha expectativa sobre qué hará él con todo esto.
–Finalmente, ¿cómo resumirías en pocas palabras al papa León XIV?
Creo que León XIV tiene un corazón realmente para el pueblo. Es un hombre que sabe hacer política sin ser político. Y sus pensamientos siempre están del lado de la gente.



