Ignacio Escolar: «Cuando un lector paga exige buen periodismo y no virales de gatitos»

Ignacio Escolar es uno de los periodistas españoles que más sabe sobre el mundo digital. Fundó ElDiario.es, un modelo de cómo practicar bien el oficio periodístico pero principalmente un ejemplo de rentabilidad. Y aunque en Latinoamérica hay mucho de lo primero, lo segundo parece muy difícil de conseguir.

Durante su visita al último “Hay Festival Arequipa”, a donde vino para exponer sobre su pasión, Ignacio Escolar se dio un tiempo para conversar con nosotros sobre la industria, aunque fue inevitable preguntarle sobre política, algoritmos y hasta los cuestionados videos virales.

¿Tiene futuro este negocio? El director de “ElDiario.es” –autor de diversos ensayos y de la novela negra “31 noches”—responde en una entrevista extensa pero que vale la pena leer.

-¿Eres de los periodistas apocalípticos o de los optimistas con respecto al futuro del oficio?

Soy optimista. Hemos pronosticado demasiadas veces que el oficio se muere hasta el punto de creérnoslo. Creo que el periodismo no solo no se muere sino que se dirige a una era dorada, por una razón económica. El principal problema del periodismo no era ni cómo se contaban, contrastaban o explicaban las noticias, sino cómo se pagaba a los periodistas y que esa financiación no comprometiera su independencia. Y soy optimista porque en mi periódico (ElDiario.es) hemos encontrado un modelo. No somos los únicos, claro está, porque también está pasando en otros países. Y esto tiene que ver con comprometer a los lectores a que paguen por periodismo. Cuando esto ocurre, los lectores exigen buen periodismo y no virales de gatitos.

-Lo que se llama “modelo de negocio” es precisamente lo que está en crisis en el Perú…

Y en todo el mundo. Cuando lanzamos ElDiario.es en 2012 todos los grandes periódicos estaban despidiendo gente y algunos como “Público” –que yo fundé en 2007– incluso cerró. Luego lanzamos ElDiario.es y contra todo pronóstico ha salido muy bien precisamente porque fuimos optimistas y porque apostamos por los lectores. Empezamos siendo un equipo de doce personas y hoy tenemos 90 personas en la redacción central, 50 en redacciones locales o asociadas y somos rentables, no tenemos deudas. Los periodistas somos dueños del periódico. Yo soy el director y principal propietario del medio. Y esto lo logramos sacando noticias de investigación, sacando exclusivas, combatiendo la impunidad, quitándole el velo al poder, o sea, haciendo buen periodismo.

-Pasa mucho en Latinoamérica que los medios digitales dependen fundamentalmente de una matriz impresa. Necesitan el dinero que esta produce para mantenerse.

Sí, lo sé. Un especialista decía “tenemos dos casas: una está en llamas y la otra a medio construir”. Pasa eso con los diarios. Una casa se está quemando (el impreso) y otra está a medio hacer (la internet). Inevitablemente la primera va a desaparecer y vamos a seguir en la segunda. La mala noticia aquí es que el negocio en internet es más pequeño, por lo que tienes empresas más delgadas, con menos costos, lo cual puede ocasionar paros, despidos o reducciones de sueldo. Pero cuando esto se ajusta y se crean empresas solventes esto luego crece. En ElDiario.es estamos pagando buenos sueldos, pagando derechos laborales y además ganamos dinero.

Una columna de opinión en la versión impresa del New York Times.

-¿Cuáles crees que fueron los principales errores que cometieron durante el proceso de creación del producto ElDiario.es?

Creo que el principal error fue no haberlo montado antes. Teníamos que habernos lanzado mucho antes. También hemos tenido muchos errores profesionales, no sé, algunas informaciones que no debieron haber salido como salieron. Eso es inevitable pero cuando ocurre hay que disculparse con la audiencia. Y en cuanto al modelo de negocio, pues nosotros no tenemos una sección de deportes porque nuestros lectores que pagan creen que ya están más que informados de los resultados deportivos. Durante un tiempo intentamos poner en marcha un área de este tipo pero fue un fracaso absoluto y debimos retirarla porque no simplemente no funcionó.

–“Estamos muy por encima de las cifras de ’El Español’ de Pedro J.”

-¿Ves a medios como “El Español” de Pedro J. Ramírez como competencia?

“El Español” ha salido con muchísimo dinero, pero no es nuestra competencia. Estamos muy por encima de sus cifras de influencia social en España. Nuestro número de suscriptores es cuatro veces más que el de ellos. Pedro J. (Ramírez) es un periodista de muchísima trayectoria y muchísimo talento, aunque a veces un poco de esto último para el mal también tiene, pero creo que su proyecto no le ha salido como esperaba.

-Hay mucha gente que trabaja en redacciones de medios digitales y jamás salieron a cubrir una comisión a la calle. ¿A ellos se les debe llamar periodistas o gestores de contenido?

Los periodistas somos cazadores y cocineros. Hay una parte que es la ‘cocina’, con editores que deben estar en mesa y salir poco, pero en general yo creo que en algún momento todos deben de salir. No puedes estar exigiéndoles a los redactores que están en la calle sin saber de qué se trata. A lo largo de tu carrera profesional puedes estar en distintas posiciones dentro de un periódico y hay algunas que te obligan a estar de sol a sol dentro de la oficina, pero es conveniente que todos en algún momento reporteemos pues sino no sabrás cómo funciona este oficio.

-Sobre la frase ‘el fin justifica los medios’. ¿Es válido publicar virales de gatitos para generar ingresos publicitarios que te permitan invertir luego en una redacción más grande?

Creo que ese camino lleva al precipicio por varias razones. Primero porque hipoteca nuestra credibilidad. El mismo medio que publica videos de gatitos o virales no puede luego reivindicar el buen periodismo y decir ‘esto lo hago para ganar plata’. Segundo, cada vez se gana menos dinero. El costo por cada mil impresiones de publicidad está hundiéndose básicamente porque el número de espacios publicitarios es infinito, y por mucho que abaratemos el costo de producción de estos jamás competiremos con lo que le gusta a Facebook que es cero, porque lo producen otros. Por lo cual esto parece una carrera en una rueda de hámster en la que nunca ganaremos. Para los medios esa vía les saca de negocio del periodismo y los convierte en otra cosa. Me parece que a la larga solo van a sobrevivir dos tipos de medios: los que hagan periodismo de calidad y los que hagan falso periodismo o de entretenimiento a secas, intentando generar el mayor número de impactos publicitarios al menor costo posible. A estos últimos medios les deseo lo mejor pero no son lo mío.

-Hay medios que amparan su tráfico casi en un 40% en sus seguidores de Facebook. ¿Termina siendo entonces la red social un socio, un enemigo o algo a lo que solo debes adaptarte?

No podemos vivir de espaldas a Facebook, pero tampoco podemos entregar nuestro negocio al algoritmo de un tercero. Hay que obsesionarnos con pensar en el lector, no en la red social. Si pensamos en el lector, a largo plazo ganaremos, pero si pensamos en el algoritmo, probablemente este cambie pronto. Los periódicos deben enfocarse en intentar hacer ese periodismo de servicio público que reclaman los ciudadanos, no sé, el de películas como ‘Los papeles del Pentágono’. Así ningún cambio de algoritmo nos sacará del plato.

Facebook ha tomado mucha preponderancia para los medios que buscan tráfico.

-¿Cómo encaja la literatura en medio de tu vida dedicada al periodismo?

Tengo algunos libros publicados, la mayoría ensayos, el último de ellos titulado “El secuestro de la justicia”. Antes he publicado ensayo histórico sobre el origen de la identidad nacional castellana. Y también tengo una novela titulada “31 noches”, mi única obra de ficción. En ella juego con la idea de la no ficción porque el protagonista es un periodista que habla de él en primera persona. Intento generar una confusión de que ese personaje soy yo. En España tengo presencia en TV y radio y quise al lector imaginándome metido en los líos que pasa el protagonista de la novela.

-Tengo una amiga con una web de noticias sobre teatro, un amigo con otra sobre arte en general, y yo tengo un portal sobre libros. Se nos hace un mundo la idea de generar dinero con nuestras iniciativas, pese a que tenemos un buen tiempo detrás de ellas. ¿Tan difícil es?

El problema que solemos cometer los periodistas es que montamos medios pensando solo en el periodismo y no en los ingresos. Una de las razones por las que ElDiario.es ha sido exitoso es porque desde el primer momento pensamos ‘esto tiene que ser un trabajo remunerado porque o si no será un proyecto que dependerá del voluntariado y que se agotará cuando el resto de gente necesite comer y deba trabajar de otra cosa’. Está bien tener un hobby pero el periodismo no debería serlo. Pasa que trabajamos mucho imaginando el modelo editorial, pero al final el plan de negocios es solo una línea. Entonces, ¿cómo se financia nuestra web? ¡Con publicidad! Claro, ¿pero cómo la consigues, quién la consigues y a quién se la venderá? En ese sentido, es importante encontrar a gente capaz de generar ingresos que sostengan a la redacción. De lo contrario solo tendrás la mitad de la pelota.

–“La izquierda ve a Rusia como aliado pero el gobierno de Putín no es de izquierda”

-¿Por qué crees que profesionales de otras ramas se meten con tanta facilidad a hacer periodismo?

Creo que esto es un oficio y no una licenciatura. No es como medicina o física. Este es un oficio que precisa ciertas habilidades (de escritura) y mucha cultura general. No me parece mal que economistas trabajen como periodistas ni que abogados lo hagan. Lo importante es qué contar. El cómo contarlo también lo es, y para eso es fundamental leer mucho, pero no es tan difícil ni requiere una formación tan larga. Si volviera el tiempo atrás estudiaría otra cosa y luego haría una maestría o una especialización en periodismo.

-A propósito de las fake news, ¿qué opinas del trabajo de agencias como RT En Español?

En el caso de España hubo mucho debate por su papel en el independentismo catalán. Quizás se exageró un poco, porque yo creo que su influencia en el tema fue pequeña. Me parece que RT es un elemento de propaganda, una televisión al servicio ni siquiera del Estado ruso sino del gobierno, y actúa como un brazo más de su diplomacia y de su intervención en distintos países. Además, hay una confusión, sobre todo en el mundo de la izquierda, de que Rusia sigue siendo el aliado, pero el gobierno de Putin es uno de los más autoritarios del planeta. Eso no es la izquierda.

-¿Entre el PSOE, PP, Podemos, Ciudadanos y más, dónde crees que se ubican los lectores de ElDiario.es?

Nosotros tenemos un lector que se ubica mayormente en el espectro ideológico que va de la izquierda a la centro izquierda. Creo que los periódicos políticos, de información general, deben tener principios y no pueden ser ‘de todos y de ninguno’. Cuando te hablo de principios no me refiero a ‘principios para defender a determinado partido’, sino más bien en defender determinadas ideas: crecimiento económico, combate al cambio climático, etc. De esta manera, puedes estar a favor del feminismo o no, y eso te llevará a determinadas posiciones editoriales. El nacimiento de ElDiario.es se parece mucho a lo que pasó en la política española con el nacimiento de Ciudadanos y Podemos. Si imaginamos un eje en el que el cero es izquierda y diez es derecha, la sociedad española está en el 4,7 o 4,8, y sin embargo antes de nuestro nacimiento tú ibas al quiosco de periódicos y todos eran o conservadores o muy conservadores. Nacimos aprovechando ese enorme hueco de lectores que sentían nadie tocaba los temas que les interesaban.

–“No quiero vivir en un lugar donde los periodistas no cobren por su trabajo”

-Hoy el término ‘periodismo ciudadano’ parece más bien lejano. ¿Crees que el tiempo ya puso las cosas en su lugar?

Sin ninguna duda. Esta idea de que íbamos a ser sustituidos por voluntarios me pareció siempre un disparate. Ha quedado claro que no es así. Un amigo mío llamado Guillermo Culell dice que los periodistas somos atletas de élite por lo siguiente: todos pueden correr cien metros pero no todos pueden hacerlo en menos de diez segundos. Para hacer esto último necesitas un talento natural, mucho esfuerzo y además dedicación. Todo el mundo puede cazar una noticia por casualidad o por error, pero para sistemáticamente cazar noticias precisas de método, entrenamiento, trabajo y formación. Y eso es el periodismo. Al mismo tiempo, creo que no deberíamos permitirnos vivir en sociedades en las que el periodismo sea un hobby. Está bien que como tal la gente pueda practicarlo, pero de la misma manera en que no me gustaría vivir en una sociedad en la que los jueces, médicos, policías o profesores trabajen a tiempo parcial, tampoco quiero vivir en un lugar donde los periodistas no cobren por su trabajo.

-Ocurre en nuestro país que hay periodistas notoriamente anti- fujimoristas y otros notoriamente fujimoristas. ¿Es lo normal que un periodista tome camiseta?

No sé si sea tanto ‘tomar una camiseta’ sino más bien denunciar la corrupción. En España no soy anti conservadores pero sí soy anti la corrupción que existió en el Partido Popular (PP). De la misma manera entiendo que aquí en Perú con Fujimori hubo una enorme trama de corrupción. El periodismo es cinismo y a veces te lleva a denunciar y combatir el poder. No podemos simplemente pensar ‘aquí hay un señor que dice A y otro que dice B’ y  yo me quito del medio y ‘entrecomillo’ cada una de las dos partes como si fuera un árbitro de tenis exquisito. Es decir, como periodista tienes la obligación de decir quién dice la verdad y quién miente. No haces un buen periodismo si alguien te dice ‘está lloviendo’ y otro te dice ‘está soleado’ y tú entrecomillas a los dos. Debes asomar la puta cabeza por la ventana y ver si llueve o no. Y con la política pasa a veces lo mismo. No siempre los buenos son unos y los malos otros, pero sí pasa que uno tiene la razón y otro no, y como periodista debemos denunciarlo.

-¿Qué ocurre en un medio cuando sus periodistas usan sus redes sociales personales para decir lo que les da la gana? ¿Debe el medio moderar  o limitar esto?

¡Pasa mucho en mi periódico! En ElDiario.es hemos sido muy partidarios de la libertad de nuestros periodistas y nos hemos ganado algunos problemas por ello. En nuestro medio hay varios periodistas y columnistas con más de 50 o 100 mil seguidores en redes sociales, y esa audiencia la han construido en parte por ser provocadores, por eso soy partidario de dejarles hacer porque considero es parte del valor que aportan. Por otro lado, sí creo que hay líneas rojas. Un periodista no debería increpar a un político en redes sociales, sobre todo si luego va a informar sobre él pues pierde imparcialidad.

-Aunque vives en España estás muy al tanto de lo que ocurre en mi región. ¿Cómo ves la situación de los medios digitales en Latinoamérica? ¿Estamos avanzando bien, solo nos preocupamos por los browsers, qué piensas?

Existe la sensación generalizada de que es imposible en América Latina cobrar por el periodismo, pero están ya muchos pagando por Netflix o HBO, ¿por qué no pagarían por periodismo? En España ya está pasando, no tanto como nos gustaría o como se viene haciendo ya en el norte de Europa o en parte de EE.UU., pero sí se está pagando por esto. Me parece que el periodismo latinoamericano está todavía sin acabar de solucionar la adaptación entre el papel y la web, en parte porque la crisis del papel llegó más tarde aquí. Y en parte porque se sigue en el modelo de generación de contenido basura sin darse cuenta que eso es tirar piedras contra tu propio tejado. Nuestro negocio es credibilidad, no podemos arruinarlo nosotros mismos. En muchos medios publican en internet noticias que jamás pasarían el corte de la edición impresa. Y los requisitos que exigimos en la edición impresa deberían ser los mismos en la digital.

-Si te dijeran “Paper is not dead” (El papel no está muerto), ¿qué responderías?

Durante años hemos sido uno de los sectores con más ignorancia sobre nuestra propia realidad económica. Me he encontrado con una cantidad de gerentes o directores de medios que no sabían nada de lo que estaba pasando en su negocio, entonces, ¿si no saben nada de lo suyo cómo van a informarnos sobre las empresas de al frente? Es terrible. Hubo un pensamiento mágico que decía que lo de la Internet era una moda pasajera, que lo del papel se arreglaría haciendo otro producto y no, ¡esto se ha acabado! No hay futuro para el papel. Por una razón simple: a diferencia de lo que ocurre con la TV y la radio, Internet es sustitutivo del papel y no complementario. En radio no buscas las farmacias abiertas, por eso la radio no sustituye al papel. Todo lo que hace el papel, internet lo hace mejor y más barato. Y no te hablo de las computadoras sino de los móviles. Es ingenuo pensar que podemos seguir funcionando como si el mundo no hubiera cambiado.

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