Aunque no me lo haya dicho en la media hora que duró nuestra entrevista, Rodrigo Murillo Bianchi se parece a los protagonistas de «Los héroes sentimentales«, novela con la que ganó en España el Premio José Ángel Mañas 2018. Y es que si ellos no aceptaban la violencia que castigó al Perú por casi dos décadas, él se resiste al pesimismo de un país que frecuentemente queda expuesto en audios y videos de sus políticos y autoridades cerrando acuerdos bajo la mesa.
El escritor arequipeño nacido en 1986 me repite varias veces durante nuestro diálogo la palabra ‘héroes’ y no parece que se trate de una estrategia de marketing aconsejada por su agente. Rodrigo sabe que el bien y el mal pueden convivir en una misma sociedad, pero a él le interesa visibilizar el primero. ¿La razón? Tiene la convicción que si existen corruptos, también hay fiscales valientes que se atreven a denunciarlos y jueces capaces de sentenciarlos.
Antes de hacerse del premio mencionado, este autor –señalado como ‘digno vástago de Vargas Llosa (su paisano y Nobel de Literatura 2010)’ en la contratapa de su elogiada ópera prima— era una persona común y corriente que variaba de actividades y oficios sin llegar a sentirse completamente a gusto. Siguió la carrera de Derecho, trabajó en un banco y en estudios de abogados. Luego optó por dejar su país e irse a estudiar un postgrado en Londres. Allí el sueño de publicar estaría algo más cerca.
“Empecé a escribir la novela en mi cocina, en Madrid, allá por mayo de 2016. La terminé en diciembre y la mandé a una agencia literaria de Barcelona. Tú sabes que los amigos y la familia siempre te dan buenos comentarios, pero quise que la lean otras personas. Y (en la agencia) me dijeron que la novela era buena pero que no funcionaría en España pues no era ‘masiva’ ya que su tema central era pasado y además ocurrió solo en Perú”, confiesa Murillo Bianchi en diálogo con “Libros a mí”.
Si algo bueno dejó ese rechazo fue la sugerencia de enviar su historia a concursos, probar suerte, confiar en que el esquema y formato de aquella creación tendría chances de ganar en uno de los tantos certámenes literarios que hay en España. Y ocurrió.
En esa cocina del ‘piso’ donde vivió en Madrid, Rodrigo Murillo construyó (literariamente) al marino Santiago Ferrer, a Maximiliano Prado, hijo de un acaudalado comerciante de la clase alta peruana, y al humilde cura Basilio Huayta, sus héroes sentimentales.
“Quería que mis personajes reflejen un periodo del país. La opinión de los lectores que más espero y disfruto es cuando me dicen: ‘mira, el libro me hace recordar determinada época a través de estos militares, sacerdotes y millonarios’. Yo siempre tuve una gran admiración por Roberto Bolaño y su libro “666”. Esa historia que ocurre en Santa Teresa, que realmente es Ciudad Juárez, demuestra que a través de la literatura sí se puede reflejar a una sociedad. Esa posibilidad me encanta”.
ENTRE “ABRIL ROJO” E “HISTORIA DE MAYTA”
Le recuerdo que son muchas las novelas y cuentos escritos por peruanos bajo el amparo del conflicto armado interno y le pregunto también si tuvo alguno de estos libros como referente o si quizás trató de romper el molde.
“Para escribir este libro, obviamente, he tenido que leer más de tres veces ‘Historia de Mayta’. La capacidad de Vargas Llosa es increíble, descomunal, pero a la vez estamos ante un autor peligroso, porque mucha gente quiere imitarlo y eso es imposible. También he leído ‘Abril Rojo’ de Santiago Roncagliolo. Quizás en el fondo quise mezclar cosas de ambas. Una novela no tan ricamente narrativa como la de Mario que a la vez tuviera esa capacidad de mantener al lector atento de principio a fin, ahorrándole descripciones innecesarias, porque yo soy un escritor nuevo, desconocido, y ya si un lector me da una oportunidad, no puedo darme el lujo de desperdiciarla”, afirma con buen talante.
Si bien “Los héroes sentimentales” es la historia de sus personajes, también hay varios temas secundarios a lo largo de sus páginas. El racismo y la homosexualidad — retratados en el joven devenido en senderista Jacinto y en el acaudalado Maximiliano– sobresalen de forma precisa a través de un lenguaje sencillo, sin intentos de juegos de artificio.
“Siento que el racismo está muy presente en mi novela como una suerte de misión esperanzadora que los peruanos tenemos que resolver: abrazar el pasado. No puede ser posible que salgas al extranjero a universidades muy buenas donde hay cátedras de quechua pero aquí eso casi ni ocurre. Ojalá que con mi trabajo algún día esa herencia forme parte del orgullo de los peruanos”, dice sobre lo primero.
“El homosexualismo aquí es una suerte de ejemplo que ilustra hasta qué nivel de fanatismo llegó este grupo de gente (Sendero Luminoso). El nivel de locura alcanzado por ciertos subversivos y reflejado en la historia de Maximiliano Prado, fue indescriptible”, añade Rodrigo Murillo.
Es precisamente Jacinto y Maximiliano quienes conforman el vínculo más sincero y delicado de la novela. “Ambos vivieron juntos y fruto de su amistad, del cariño y del amor que se tienen adoptan esta decisión valiente de enfrentarse a la violencia bajo una perspectiva muy humana y que en el fondo –a pesar del miedo y el peligro latente—es eminentemente sentimental”, considera el autor.
AFERARSE A LO QUE UNO SABE HACER
Rodrigo Murillo Bianchi sabe que el premio, la consecuente exposición en prensa española y hasta el elogio de Rosa Montero a su primera novela lo puso un pequeño escalón por encima de muchos autores que buscan dar el ‘gran salto’ antes de los 40.
“Yo antes no había salido ni el periódico mural de mi colegio, entonces este premio fue para mí el más grande orgullo. Sin embargo, debo admitir que nada se compara con traer el libro a tu país y que lo puedan leer, por ejemplo, tu profesor del colegio o de la universidad, que en el fondo vivieron esta época contigo”.
Por último, el escritor arequipeño reveló a “Libros a mí” que viene ultimando detalles de su segunda novela. No tiene ciertamente la necesidad de explorar otro género. Se siente seguro de persistir en ese cóctel de historia y política.
“Lo mío es la política y me encanta la historia. Quisiera escribir obras con temas actuales. Quizás más adelante pueda experimentar con el pasado más antiguo de nuestro país, pero en este momento debo continuar haciéndome un nombre en base al realismo de temas actuales en Perú y Latinoamérica”.
“Espero entregar mi segundo libro en diciembre para poder preparar su salida en la próxima Feria de Madrid. Esta vez quise crear una historia sin perder mis ribetes propios, el tema de los héroes, pero situada en un Perú más actual. Y la novela tendrá cuatro ejes: la impunidad de los poderosos, la corrupción del sistema político, la violencia contra la mujer y la contaminación de la selva. Ojalá sea mucho mejor que ‘Los héroes sentimentales’”, concluye con ilusión.
SOBRE EL LIBRO
Título: “Los héroes sentimentales”
Páginas: 299
Precio: S/49.90
Autor: Rodrigo Murillo Bianchi
Editorial: Revuelta Editores y Nuevos Talentos
A la venta en: Librería El Virrey de Lima y Librería Sur.